Los Hombres del Presidente

Finalmente, producto de un dilatado proceso de observación y meditación, he logrado comprender el concepto del "hombre nuevo" que, día tras día, se nos repite por infinidad de medios.

He logrado identificar "hombres nuevos" de dos categorías por lo menos. La primera categoría corresponde a "hombres" ataviados de rojo, muy al estilo caperucita, preferiblemente de voces atipladas quienes deben temer al tiempo que adorar al lobo feroz, disfrazado de corderito. Deben ser hombres sin pareja femenina conocida, que aplaudan y celebren toda promesa/amenaza proferida e incumplida, como aquella famosa "Esta noche te doy lo tuyo". Deben adorar al auto proclamado "dios único e infalible" y su religión debe ser la mentira, la calumnia y la farsa. Su catecismo ha de ser el robo de los dineros públicos y su misión ineludible, la destrucción paulatina y constante de Venezuela y sus valores.


La segunda categoría corresponde a personajes ataviados de verde oliva y quienes no tendrán voces de soprano, como los anteriores, sino que deben aparentar, lo mejor posible, que son muy machos. Deben estar bien armados y protegidos, preferiblemente rodeados de muchos otros "hombres" que puedan defenderlo del ataque despiadado de mujeres agresivas y armadas de micrófonos y que pretendan recoger el sonido de sus voces de machos.

En resumen, el "hombre nuevo" ha de atacar sin piedad a quienes se atrevan a contrariar y/o disentir del "diosecito cobarde/traidor hasta dar la vida, si es necesario, para evitarle a aquél una diarrea incómoda e inoportuna.

Los "hombres nuevos" que así actuaren, llegarán a ministros y funcionarios cuya importancia será directamente proporcional al grado y capacidad de arrastrarse y de su habilidad de lamer mejor las botas de su ídolo de barro. Hasta es posible recibir una condecoración con el nombre del Libertador - utilizado por cierto en calidad de papel higiénico - que brille en sus pechos, aun cuando la verdadera hombría brille por su ausencia.